El lomo ibérico y los embutidos ibéricos son el resultado de una elaboración minuciosa que comienza con la selección de la mejor materia prima y culmina tras un proceso de curación cuidado al detalle. Preservar esa calidad en casa forma parte del mismo arte que los hace únicos. Saber conservarlos correctamente no solo prolonga su frescura, sino que permite disfrutar de la riqueza sensorial que ofrecen durante más tiempo. En FISAN, con más de cien años de tradición, compartimos recomendaciones para mantener intacta la excelencia de cada lomo ibérico y de cada pieza de embutido ibérico. Sigue los consejos de nuestros expertos y convierte cada corte en una experiencia perfecta.
¿Cómo conservar el lomo ibérico FISAN? 6 consejos de cuidado en casa
Aunque el lomo ibérico es un producto curado, no está exento de cuidados una vez llega a casa. La forma en que se almacena y se manipula influye directamente en su conservación. Con unas pautas sencillas, lo disfrutarás en las mejores condiciones.
1. Envasado al vacío
Para mantener las cualidades del lomo ibérico desde el primer momento, lo ideal es conservarlo envasado al vacío. Este método protege la pieza del contacto con el aire y evita la pérdida de aroma y jugosidad. Una vez abierto, es preciso tener presentes los siguientes consejos para que cada loncha mantenga la frescura y el sabor del primer corte.
2. Protegido con film transparente
Tras su apertura, es importante envolver el lomo ibérico con film transparente o papel encerado para evitar el contacto con el aire y protegerlo de agentes externos. Retira su embalaje original y sustitúyelo por plástico alimentario, asegurándote de que quede bien sellado. Además, procura mantener la piel o tripa del lomo ibérico el mayor tiempo posible: en lugar de quitarla por completo, ve despegándola poco a poco para cubrir la parte que aún no se ha consumido.
3. A temperatura ambiente, siempre que sea posible
El lomo ibérico se conserva mejor entre los 15 °C y los 20 °C, en un lugar fresco, seco y alejado de fuentes de calor. A lo largo del año, suele bastar con guardarlo en una despensa o armario ventilado, sin necesidad de refrigeración. De hecho, el frío del frigorífico puede alterar su textura y suavidad y atenuar su sabor. Solo en los meses más calurosos, si no se dispone de un espacio fresco en casa, se recomienda ubicarlo en la nevera, siempre bien envuelto y protegido de la humedad y los olores.
4. Lejos de la luz directa
La exposición a la luz, especialmente la solar, puede oxidar el lomo ibérico y alterar su color y sabor. Para conservarlo en óptimas condiciones, es fundamental colocarlo en un lugar oscuro o con poca luz, como una despensa ventilada, un armario cerrado o una bodega. Evitar la luz directa ayuda a garantizar su calidad desde la primera loncha hasta la última.
5. Humedad bajo control
Para conservar el lomo ibérico en buen estado, es importante almacenarlo en un espacio con una humedad relativa moderada, de entre el 60% y el 70%. Un ambiente demasiado seco puede endurecer la pieza al hacerla perder agua rápidamente, mientras que un exceso de humedad favorece la aparición de moho en la superficie. Cuidar este equilibrio ayuda a preservar su textura y calidad por más tiempo.
6. Corta solo lo que vayas a disfrutar
Para evitar la oxidación y asegurar la frescura de la pieza, lo ideal es cortar únicamente las lonchas que vayas a consumir en el momento. Como medida adicional, puedes aplicar una fina capa de aceite de oliva en la zona de corte para aislarla del contacto directo con el aire y preservar su jugosidad.
¿Cómo conservar los embutidos ibéricos siempre frescos?
Aunque a menudo lomo y embutidos se agrupan bajo la misma categoría, el lomo ibérico no es un embutido. Aun así, comparte con los embutidos ibéricos varios cuidados esenciales: mantenerlo a temperatura ambiente, alejado de la luz directa, en un entorno seco y protegido con film transparente. No obstante, por su composición y forma de curación, los embutidos requieren algunas atenciones adicionales para preservar todo su sabor y textura tras el corte.
Colgado adecuado de chorizos y salchichones ibéricos
Si el embutido ibérico está entero y sin empezar, lo aconsejable es conservarlo colgado en un lugar fresco, seco y bien ventilado, con una temperatura estable. Evita que toque otras piezas o superficies para garantizar una buena aireación. Una vez iniciado su consumo, se recomienda volver a colgarlo boca abajo.
Corte preciso y cuchillo afilado
La forma en que se corta el chorizo y el salchichón ibérico influye tanto en la presentación como en su conservación. Utiliza siempre un cuchillo bien afilado y realiza cortes finos y uniformes. Así evitarás desgarrar la pieza y lograrás mantener un interior uniforme.
Conservación de embutido loncheado
En el caso de los embutidos ya loncheados, es recomendable guardarlos en un lugar fresco y seco. Antes de consumirlos, deja que respiren unos minutos fuera del envase para que recuperen su aroma y textura. Una vez abiertos, lo ideal es acabar el sobre en un plazo de 4 a 6 días para degustarlos en su mejor momento.
Calidad FISAN: el sabor que merece ser bien cuidado
Conservar bien el lomo ibérico y los embutidos ibéricos es esencial para disfrutar de todo su sabor, aroma y textura, tal y como fueron elaborados. En FISAN, cada pieza refleja más de un siglo de experiencia, dedicación y respeto por la tradición ibérica. Si buscas calidad excepcional y productos que marquen la diferencia en cada bocado, te invitamos a descubrir nuestra selección de ibéricos y a compartir con los tuyos el auténtico placer de lo bien hecho.